Woodrow Wilson (1865-1924) fue el vigésimo octavo presidente de los Estados Unidos, cuyos dos períodos de 1913 a 1921 abarcaron los años del Genocidio Armenio. La neutralidad de 1914 a 1917, durante la Primera Guerra Mundial, colocó a los Estados Unidos en posición de interceder con los otomanos en nombre de los armenios. El Departamento de Estado, por ejemplo, ordenó al embajador Morgenthau que entregara la nota aliada del 24 de mayo advirtiendo al régimen de los Jóvenes Turcos que serían responsables por crímenes contra la humanidad. La neutralidad estadounidense también convirtió a la Embajada de Estados Unidos en Constantinopla en el nexo de la información que llegaba acerca de las atrocidades cometidas contra los armenios en las provincias otomanas, al igual que sirvió como punto de distribución de fondos recaudados en los Estados Unidos para el socorro a los refugiados. El presidente Wilson también extendió su apoyo moral a los esfuerzos de la organización Near East Relief al dedicar dos días de octubre de 1916 a una campaña nacional de recaudación de fondos.
La declaración de guerra contra Alemania en 1917 significó una ruptura de las relaciones con el Imperio Otomano. Sin embargo, Estados Unidos no participó en hostilidades contra Turquía. La victoria aliada en Europa elevó la autoridad moral estadounidense en el Medio Oriente, y los Catorce Puntos del Presidente Wilson, entre los cuales se enuncia el derecho a la autodeterminación, resonaron entre las personas de la región en busca de una gran potencia para liderar la solución a los conflictos territoriales del Medio Oriente en la estela de la Primera Guerra Mundial. Los fuertes sentimientos pro-armenios en Washington fomentaron, entre las potencias aliadas, la expectativa de que Estados Unidos podría asumir un mandato sobre Armenia. El Tratado de Sevres de 1920, que dividió el extinto Imperio Otomano y reconoció a la República Armenia que había surgido en 1918 del colapso del Imperio ruso, delegó la responsabilidad de resolver el límite entre Armenia y Turquía al Presidente Wilson. Una misión militar encabezada por el mayor general James G. Harbord en 1919, había sido enviada para informar sobre las condiciones en la región y hacer recomendaciones a los responsables políticos de los Estados Unidos. El general Harbord envió un mensaje claro sobre el estado indefenso de los armenios y los peligros que aún enfrentaban. Wilson trató de crear un Estado Armenio viable con acceso al Mar Negro para proporcionar a los armenios seguridad contra nuevas amenazas turcas. La oposición interna a las políticas internacionales de Wilson, dirigida por el Partido Republicano, retrasó la acción de los Estados Unidos, y el fracaso general de las potencias occidentales para cumplir sus promesas con una resolución militar suficiente, solo precipitó la desaparición del Estado Armenio en noviembre de 1920. Las fuerzas de la Turquía kemalista y la Rusia bolchevique, invadió simultáneamente la República Armenia y dividió sus territorios antes de que los límites de Wilson pudieran implementarse.
--Rouben Paul Adalian